Tuve una reunión con un cliente la semana pasada con una nueva perspectiva. Como me puse el pantalón caqui, blusa y botas de mi traje "elegante" Gemí ante la idea de conocer al chico. Claro, yo quiero desarrollar mi negocio más. Network. Obtener más clientes y todo ese jazz. Pero en ese momento, sólo parecía tanto trabajo. Estoy tan acostumbrado a ser encerrado en mi oficina en casa solo.
"¿Por qué no este tío acaba de ser como los demás y me dan una llamada y ver mi trabajo en línea?", Me quejé a mi marido. Él, por su parte, se ocupa de la gente en persona todos los días, y desea que no tenga que hacerlo. La hierba no es siempre más verde, ¿no?
Pero después de escuchar a mí mismo, me di cuenta de que tengo detrás de la computadora durante tanto tiempo y olvidar el valor de una reunión cara a cara. Ese tipo de interacción forzada puede parecer como una tarea a menos que se ejercita el músculo social, de vez en cuando. No sólo es bueno para satisfacer a los clientes a hacer negocios, pero es bueno para interactuar con los demás.
Así que lo hice. Y fue genial. Después de una discusión con éxito y un cliente garantizado casi el 100%, me fui de Starbucks eufórico, no sólo porque tenía una gran taza de té, tampoco. Yo era brillante porque hablando con alguien sentía tan bien.
No tener un cubículo o una cafetería corporativa a mi disposición más, a veces no me acuerdo de lo mucho que me encantó el contacto que venía con un trabajo en una empresa de tiempo completo.
